Por Hipocampa
El movimiento Queer se parece más al Dadaísmo que al Feminismo en su intento de construirse, aparentemente, a la contra de la cultura dominante.
No porque tenga propuestas mejores, no por desafiar al establishment, sino por hacerse un hueco en este mismo establishment.
Una producción especulativa de jóvenes burgueses que nació en un cabaret con la performance como razón de ser.
Dadá
Volviendo al Dadaísmo, esencialmente, un artista dadaísta debe escoger un objeto con el fin de conferirle una intención o un significado. En ningún caso la acción del creativo persigue alguna pretensión estética o reivindicación individualista. Es decir, el artista no es el generador típico de belleza, al contrario, él deja de ser quien pinta, esculpe o escribe. Se valora primordialmente el gesto artístico.
Queer
Otro aspecto prevalente de lo queer: la hipersexualización de todo su argumentario. La libido en el centro de todo.
En la obra dadaísta “L.H.O.O.Q” de Marcel Duchamp (1919) mucha gente vería hoy en la Q un guiño a lo queer.
Dinero
Pero en lo que definitivamente se diferencia lo dadá de lo queer es en el dinero. Los artistas dadaístas nunca llegaron a ser ricos mientras que el movimiento queer está muy bien financiado.
Tienes los detalles en este tuit.
¿Quiénes son los hombres multimillonarios que están financiando la doctrina misógina de la libre autodeterminación del sexo legal?
— Contra El Borrado de las Mujeres (@ContraBorrado) September 3, 2021
💰💰Nuestra investigación destapa las conexiones del lobby Q https://t.co/fWfYPm72Zk pic.twitter.com/ZQZCEyNgCb
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