El feminismo como hipótesis de trabajo.
Ya sé que el feminismo no es una hipótesis de trabajo sino una ideología bien documentada. Pero en estos momentos estoy empezando a investigar esta ideología y los debates tuiteros no ayudan demasiado a clarificarla.
El tomar el feminismo como hipótesis de trabajo tiene la ventaja de que permite minimizar los prejuicios sobre qué debería ser y genera un espacio mucho más resiliente ante posibles contradicciones.
Así que voy a empezar por las charlas tuiteras que estoy teniendo con mi amiga @valentina que tiene más idea que yo en el tema del feminismo. Y voy a empezar por el entrismo.
También pondré el tuit que dio lugar a la charla para dar el contexto.
Flaneando por la red, he dado con otro post de la misma autora que centrar realmente dónde se encuentra el problema:
— ratonlab (@empleopositivo) December 26, 2020
El entrismo. https://t.co/2Y1NCrHB1a
El artículo que aparece en el tuit es este. Transcribo de él:
Pero hay otros grupos heterodoxos dentro de la fe marxiana, que propugnan introducirse en los movimientos de masas para, desde ahí, tomar la fuerza necesaria para su revolución, la de la Cuarta Internacional o trotskista. “Fuera de las organizaciones de masas no se creará nada que pueda resistir la fuerza del tiempo”, se repiten en su soliloquio revolucionario. Y a esta estrategia es a la que se ha llamado “entrismo”. Una táctica que impide el desarrollo propio de los diversos movimientos de masas reconduciéndolos en otra dirección.
Victoria Sendón de León
Hay varios peligros.
ResponderEliminarLas reivindicaciones trans, no suponen ninguna amenaza ni para el sistema capitalista ni para el patriarcado.El cambio de cuerpo no derriba estructuras económicas acumulativas, al contrario, las refuerza, vía cirugía, cosmética y farmacopea. Por lo tanto es facilmente asumible por las estructuras sociales establecidas. No cuestiona los roles sociales en la familia y en la empresa, no reta a la sociedad a que se visibilicen y valoren las tareas reproductivas y se rediseñen los roles familiares. No cuestiona el ideal del éxito individual sobre tus iguales, al margen del destino de tu comunidad
La reivindicación trans, está basada en el consumo, no en el respeto a su naturaleza:
En uno de los artículos, que hacían proselitismo del la autodeterminación de sexo, establecía que, gracias a los avances médicos, el cuerpo con el que nacemos ya no es nuestro destino. Gracias a la tecnología farmacéutica y médica, ya no es necesario conformarse con la naturaleza, que pasa a convertirse en enemiga. Y la sociedad es la que debe asumir ese cambio de apariencia sexual, ese pecado de la naturaleza.
No cuestiona que las personas mayores tengan pensiones insuficientes, no cuestiona que las criaturas crezcan en entornos estresantes por la precariedad y el hacinamiento. Que sean rechazados por el barrio del que proceden, o el país. En una época donde los derechos humanos más elementales van en retroceso, me parece un planteamiento obsceno.
El segundo peligro es la invisibilidad de las mujeres, de nuestra fisiología, de nuestras potencialidades.
A penas hemos podido empezar a hablar de nuestro cuerpo sin avergonzarnos, a hablar de la menstruación, de nuestra sexualidad en sentido amplio. A penas hemos empezado a hablar de nuestro potencial físico y psíquico, que nuestros cuerpos y nuestras mentes son tremendamente plasticas y que la educación que recibimos las mujeres tienden a limitar ese potencial desarrollo.
Esto queda velado con otras prioridades.
Como tú dices, las mujeres nos vemos de nuevo amenazadas por la invisibilidad y la persecución
Valentina Durán
Hola Valentina
ResponderEliminarHablando de potencial, no sé si por sexo o género la mujer desarrolla la emoción más que el hombre.
Hasta ahora esto se había minusvalorado, pero es fundamental en la guerra cultural. La política es desde hace tiempo solo marketing político. Y en todo tipo de marketing, la emoción es fundamental. Trataré de este tema en el próximo post.
Un abrazo