Al final, el espectáculo tiene más valor que el debate... cosas de la posmodernidad.
De todo ese ruido en la red, parece que hay un tuit que pone algo de claridad en el asunto.
Se le llamó violencia de género porque el género(roles sexistas sociales)es lo que lo causa. Así, combatir esta violencia implica abolir el género. Si ahora las leyes identitarias blindan el género como una identidad, ¿en qué momento se va a abolir? ¿Se ve la trampa que implica?
— Laura Redondo (@LauraRdondo) June 16, 2021
Utilizar el género en un texto legal conlleva muchos riesgos porque legislar sobre roles sociales que están al albur de cada sociedad es introducir una inseguridad jurídica innecesaria.
El Movimiento Feminista siempre ha estado por la abolición del género. Así que no es de extrañar que esté en contra de la identidad de género en los textos legales.
Uno de los hitos científicos y feministas ha sido detectar y nombrar roles sociales que oprimen a las mujeres por razón de sexo: El GÉNERO. Es tal su poder explicativo que tratan de arrebatárnoslo. Leo que hay quien propone rendirse ante esto y no nombrarlo. Esto es un error 👇🏼 pic.twitter.com/djhSr9mbUF
— Laura Redondo (@LauraRdondo) December 6, 2020
El problema se complica aún más si se habla de ideología de género que no se han inventado las feministas sino la iglesia católica para atacar al feminismo.
Esto que parece tan obvio está levantando agrias polémicas entre mujeres acusándose entre ellas mutuamente de terfas y borradoras, por llamarlo de alguna manera. No voy a poner ejemplos para no herir sensibilidades.
En cualquier caso, el mal ya está hecho. Y va a ser complicado volver a la unidad de acción.
Cuando se vean las consecuencias reales de la Ley Trans tal y como está redactada puede que se pueda recomponer algo el asunto.
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